Hablar de liderazgo en la actualidad es de gran interés e importancia para quienes dirigen y supervisan labores gerenciales y organizacionales: enfrentar y resolver situaciones operacionales y emocionales al mismo momento, en tiempo de incertidumbre y cambios que no dependen solamente del talento humano sino de ajustar expectativas del entorno, es el reto o desafío más elevado del líder del 2020.
Detenerse a mirar los cambios necesarios sobre la marcha de la operatividad, tomar decisiones importantes que implican la puesta en marcha o no de las operaciones, la producción, el pasivo laboral, lo más importante la salud y el bienestar del talento humano, de los colaboradores que necesitan sentirse apoyados, seguros y respaldados desde sus circunstancias y necesidades.
Hoy día en la situación mundial que estamos viviendo, se requieren en el área empresarial líderes con sensibilidad, que sepan entender sus emociones propias y ajenas, que generen espacios para obtener los resultados deseados en medio de un entorno organizacional que requiere un modelo de gestión que vaya con el cambio, que cambie, se adapte, se reajuste y reinvente a la velocidad con que cambie el entorno. Es necesario un líder flexible, adaptable, con agilidad, con apertura al cambio, responsable, comprometido y por encima de todo con un nivel de conciencia conectado con la esencia del ser humano.
Para su efectiva gestión hoy día, el líder debe tener una excelente relación consigo mismo, elevar su conciencia, conocer sus fortalezas y debilidades, conocer y gestionar sus emociones, desarrollar su liderazgo, efectividad comunicacional y la gestión constructiva de conflictos para de esta forma hacer ajustes en el liderazgo de los equipos, estar atentos a su emocionalidad pues la situación sanitaria mundial genera incertidumbre, miedo, desconcentración, alteraciones en la salud mental y física que deben ser atendidas con empatía, para el bienestar de la relación interpersonal entre los colaboradores que le corresponda dirigir, supervisar o delegar e incluso para la mejor relación del compromiso de todos con la empresa que los sostiene.
Un análisis especial realizado por FlexJobs y Global Workplace Analytics encontró que ha habido una gran tendencia al alza en la cantidad de personas que trabajan de forma remota en los EE. UU. En el lapso de un año, de 2016 a 2017, el trabajo remoto creció un 7,9%. En los últimos cinco años creció un 44% y en los 10 últimos años creció un 91%. https://www.flexjobs.com/blog/post/remote-work-statistics/
En el mundo un número importante de trabajadores de empresas y organizaciones están realizando trabajo remoto o teletrabajo para garantizar en esta crisis sanitaria mundial, una manera segura y productiva de continuar la actividad laboral en esta nueva normalidad, se recomienda a quienes les corresponde el rol de liderar a este tipo de trabajadores tomar en cuenta, los siguientes aspectos para una gestión eficaz con sus colaboradores y equipos con quienes corresponde realizar sus labores de forma virtual:
- Desarrollar la habilidad de trabajar por objetivos, establecer fechas de entrega, hacer acuerdos y establecer compromisos.
- Generar confianza y buena comunicación, programar y organizar actividades en conjunto.
- Escuchar activamente las necesidades en función de los cambios.
- Promover dinámicas de crecimiento individuales y grupales.
- Monitorear cómo están llevando cada colaborador su proceso personal
- Respetar los tiempos de familia y de descanso
- Promover y velar porque se establezcan programas de bienestar
- Mantener encuentros virtuales uno a uno tanto para saber tanto de su estado personal como del logro de los objetivos organizacionales.
- Establecer conversaciones como equipos de trabajo virtual, llevando a los colaboradores a un mismo lugar y hacia un mismo objetivo.
Entre otros aspectos las consideraciones antes mencionadas aportarán los siguientes beneficios a los líderes que coloquen en práctica lo recomendado:
- Mejora la satisfacción y la productividad de sus trabajadores.
- Mejor conciliación de la vida laboral y personal.
- Posibilidad de trabajar por objetivos para el trabajador, genera responsabilidad y mayor rendimiento de este.
- Mayor autonomía y flexibilidad para el empleado.
Ser un líder en estos momentos requiere ante todo tener conciencia de sí mismo, de sus capacidades, temores y necesidades, saber qué tan vulnerable es y qué requiere para acompañar a otros en el logro de objetivos comunes; ser empático, flexible, comunicativo consciente permitirá generar la confianza suficiente para coordinar el bienestar de los colaboradores cercanos y remotos, pon en práctica estas recomendaciones y lograras liderar la nueva normalidad estratégicamente.
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Carmen Julia Rebolledo T.
Coach Ejecutivo y Mentor de Marcas
CEO de CReCEmpresa
@crecempresa