Las emociones producen actividad en diversas partes del cerebro. La sensación de felicidad, por ejemplo, alcanza niveles más elevados entre las personas que practican meditación que en las que no lo hacen.

El cerebro actúa como un sofisticadísimo superordenador que a través de un lento proceso evolutivo se ha ido perfeccionando en sus funciones, hasta el punto de diferenciarnos del resto de los seres vivos.

Esta masa de tejido gelatinoso de color gris pesa alrededor de 1300 gramos, contiene alrededor de 100.000 millones de células conocidas como neuronas. Estas células, conectadas entre sí a través de millones de ramificaciones (dendritas y axones), forman una red que se ocupa de procesar la información que llega tanto del mundo exterior como del propio cuerpo. En un solo segundo, estas células son capaces de procesar hasta 200.000 millones de bits de información.

Para la mayoría de los científicos, el cerebro continúa siendo una incógnita ya que hay muchas preguntas que quedan aún sin respuesta. Por ejemplo: ¿dónde se almacenan los recuerdos? ¿Para qué soñamos? ¿Realmente puede expandirse la conciencia? ¿Qué ocurre cuando alguien como los yoguis tienen el entrenamiento adecuado para que los dos hemisferios funcionen de forma sincrónica?

Una forma de medir científicamente la emoción es apreciar los cambios psicológicos a través del incremento del ritmo cardíaco, del cambio de la temperatura corporal o de la activación o inhibición de algunas glándulas, sin embargo, la tomografía y la resonancia magnética, han ayudado a los científicos a descubrir, qué partes del cerebro se activan más cuando las personas viven diversas emociones.

Richard Davidson, director del laboratorio para las neurociencias afectivas de la Universidad de Wisconsin, descubrió, por ejemplo, que las emociones positivas y negativas producen diferentes niveles de actividades en diversas partes del cerebro, su investigación reveló además, qué parte del cerebro se activan más con la meditación.

Hablemos de los lugares en el cerebro, donde se alojan las emociones:

• Control de la conducta. Si predominan las partes laterales, el resultado es la falta de motivación puntos y en cambio cómo actúan la súper orbitales, aparecen la vanidad coma la de inicio y la gula.
• Ante una amenaza. La amígdala cerebral es la parte del cerebro que reacciona.
• Zona de las dependencias. El nivel de dopamina en la corteza límbica media general la dependencia a todo gas, tabaco y alcohol.
• La religión. Se cree que los lóbulos temporales gobernarían los sentimientos religiosos.
• El amor y el deseo sexual. Hipotálamo Se estudian los mediadores que actúan sobre esta zona para combatir la impotencia de origen psicológico.
• Circuito del estrés. La hormona involucrada es el cortisol. disminuyendo los niveles de esta hormona se pueden reducir los efectos del estrés sobre las arterias y el corazón.
• Dónde nace el placer. Muchos antidepresivos actúan sobre esta parte del cerebro porque los sentimientos placenteros son generados por el sistema límbico.
• Circuito de la memoria. Algunos fármacos actuarían sobre esta zona y podrían curar ciertas enfermedades mentales.
• El centro de la memoria. Modificando un gen que está presente en el hipocampo sería posible actuar sobre la selección de los recuerdos.

Davidson, durante sus investigaciones, exploró, el cerebro de un lama tibetano y descubrió que la parte de su cerebro responsables de la felicidad mostraba una actividad nunca vista en un ser humano; de esto se deduce que los niveles superiores de meditación contribuyen a incrementar las sensaciones de bienestar.

Concluye además que existen 4 claves del bienestar, que son:
1. Resiliencia, una de las claves del bienestar.
2. Perspectiva positiva
3. Atención plena
4. Generosidad

“He visto que la base de un cerebro sano es la bondad”. -Richard J. Davidson-

Si deseas más información del tema, haz click aquí para acompañarte en lo que necesites.

Carmen Julia Rebolledo T.

Coach Holístico y de Vida

CEO CReCEmpresa Internacional