Muchas creencias sobre nosotros mismos y sobre nuestro entorno están profundamente arraigadas en nuestro ser interno, nacemos dentro de un sistema de creencias, que es reforzado por nuestra cultura, y lo integramos a nuestra realidad sin darnos cuenta, influyendo así en cada área de nuestra vida, en algunos casos causando daño y limitaciones.
Las creencias son pensamientos, son opiniones, son convicciones acerca de nosotros mismo, de los demás, del mundo, de la vida, del futuro, son poderosas y son creadas fundamentalmente en nuestra infancia temprana porque nuestra mente es virgen cuando nacemos, cuando somos niños, luego entonces, vamos creciendo y comenzamos a aprender de nuestros padres, familiares, amigos, en la escuela, la iglesia y se van alimentando y convirtiendo las creencias, en un sistema de creencias.
En algún momento, te has dado cuenta de que alguna de esas creencias limita tu vida, qué tal si mientras lees, toma un momento, te detienes y comienzas a pensar, cuáles son tus creencias, ¿qué es eso que crees que te está impidiendo hacer eso que es importante para ti y no lo haces? Quiero invitarte ahora, a que identifiques esa o esas creencias que lo impiden, si logras hacerlo, responde lo siguiente: ¿Cómo tu sistema de creencias está afectando algún espacio de tu vida siendo un círculo recurrente?
Si hasta aquí no has logrado identificarlas aún, veamos este ciclo que se genera a raíz de las creencias limitantes:
- Las creencias limitantes generan sentimientos negativos (no soy capaz)
- Los sentimientos negativos crean hábitos y comportamientos que afectan tu cuerpo (ansiedad, tristeza, enojo, frustración).
- La repetición de esos hábitos genera una carga emocional negativa en las células de tu cuerpo (enfermedades, dramas en tus relaciones, problemas financieros)
- La carga emocional negativa se nutre y genera un diálogo interno negativo (¿ves lo que pasa? ¡no puedo!)
- Ese diálogo interno activa pensamientos distorsionados acerca de ti mismo (soy un perdedor, nada me sale bien)
- Los pensamientos distorsionados se convierten en creencias (no soy capaz)
Si logras identificar algo ahora mismo, en ti o en alguien de tu entorno que tal vez vivan en un ciclo similar sin darse cuenta, posiblemente recuerdes u observes que existe descontento o malestar en su vida derivado de sus creencias limitantes.
«A muchos nos sucede», vienen a nuestra mente, por ejemplo, pensamientos de maltrato, de violencia que generan miedo, culpa, rabia, etcétera, entonces, eso hace que nos convirtamos en adultos inseguros, deprimidos, ansiosos, confundidos, creando además pensamientos que nos hacen sentir no tener claridad de por qué y para qué estamos aquí y también nos hacen creer que no tenemos un propósito de vida.
No es de extrañar que tengamos miedo de intentar algo nuevo, ya sea una relación o un proyecto. Es por eso por lo que, incluso cuando el bien aparece en nuestra vida, tendemos a sabotearnos. Después de todo, nuestras creencias nos dicen, «¿quiénes somos para merecerlo?» «¿Por qué deberíamos tener éxito en cada área de nuestras vidas? No es normal».
Una elección consciente de neutralizar o desprogramar las creencias limitantes, nos alejará de ser víctimas de ellas y encenderá la luz en nuestro ser interno para iniciar un proceso de sanación y transformación; en donde tú y solo tú trabajarás paso a paso para desactivar esos patrones de creencias limitantes que te generan dolor o sufrimiento. Es una gran oportunidad de tomar responsabilidad por tu vida, aprender a reprogramar y transformar las creencias limitantes en creencias potenciadoras para así llevar las riendas de tu vida con actitud positiva, generar logros y bienestar.
Recuerda, atreverte a iniciar tú transformación, significa que, es un proceso interno que te necesita, requiere tu tiempo, autocomprensión y autocompasión, no existe una varita mágica que pueda hacerlo por ti. Si deseas más información del tema, haz click aquí para acompañarte en lo que necesites.
Carmen Julia Rebolledo T.
Coach Holístico| Coach de Vida
CEO CReCEmpresa Internacional